Comer de cine por menos de 20. 22 restaurantes de la ciudad colaboran con MUCES uniendo gastronomía y arte
El sábado 18 a las 13.30h. en el Centro Cultural La Alhóndiga, MUCES y la Embajada de Bulgaria se batirán en duelo enológico con dos armas de persuasión:
degustación de productos búlgaros y del singular queso curado de oveja El Molinero de Segovia y cata guiada de diferentes vinos tintos de la provincia de Segovia y de Bulgaria.
Un acto lúdico que reunirá a cineastas, periodistas, etc., guiados en majestuoso silencio por el sumiller segoviano Lucio del Campo, que sólo hablará para hacer los honores explicando las características de los delicados vinos. Entre los búlgaros, ejemplos de una de las bodegas familiares más selectas del país, con una tradición vitivinícola de más de 200 años de historia: Villa Melnik, en el valle del río Struma, próximo a la frontera con Grecia. Y por la parte española, vino segovianos de Valtientas.
Además, por sexto año, gracias a la iniciativa de la Muestra, cine y gastronomía se unirán en un tándem de película con 22 restaurantes que ofertarán a los visitantes y espectadores menús por menos de 20€: Antigua Casa Vizcaínos, Casa Vicente, Convento de Mínimos, El Figón de los Comuneros, El Fogón de Janara, El Fogón Sefardí, El mesón de Patricia, El Redebal, El Rincón de Vero, Fonda Ilustrada Juan Bravo, La Churrería de San Lorenzo, la Codorniz, La Concepción, La Cueva de San Esteban, La Panera, La Tasquina, Mesón Don Sancho, Restaurante El Hidalgo, Restaurante Jose, el Estévez, Pasapán y Taberna del Volapié deleitarán el paladar de sus clientes con menús de cine. Bajo títulos como “El pianista”, “La buena vida”, “El festín de Babette”, “Sonata de otoño”, “La vida es bella” o “Mediterráneo”, entre tantos otros, se podrá disfrutar de menús típicos segovianos hasta suaves cremas de boletus, de parmesano, tomate, albahaca, rúcula y aceite de trufa, Korokke de cabracho con pasta wonton y espuma de sashimi, alcachofas confitadas con jamón ibérico de bellota, tartar de atún con helado de wasabi, crocanti de solomillo ibérico con cebolla asada y pistacho, cochifrito, cestilla rellena de cordero a la miel y frutos de otoño sobre Barrujo del Pinar y un largo etcétera.
Pero la novedad de este año es que algunos restaurantes, entre los que se encuentran el Pasapán, Taberna del Volapié y Las cuevas de San Esteban, ofrecerán menús compuestos en su totalidad o parcialmente por platos típicos búlgaros, como banitsa, un postre tradicional que consiste en un pastel de queso y hojaldre que quien lo prueba, repite o Tikvenik, una banitsa de calabaza; Guiuvech (carne de vaca o cerdo, tomates, pimientos y guisantes cocinados al horno dentro de una vasija de barro), falafel con salsa de yogur búlgaro o el asado mixto conocido por Meshana Skara.